sábado, 28 de marzo de 2009

Insuperable

Me decían, no hace mucho, que era insuperable. Eso sí, para algunas cosas, especificaban. Pues bien, yo creo que ni para esas pocas cosas. En particular no creo que haya mucha gente que sea insuperable en nada y menos durante mucho tiempo. Algunos es evidente que sí; ya quisiera yo jugar al ajedrez como Kasparov o al tenis como Nadal. Lo de correr como Alonso creo que menos.

Hace un par de años, quizás tres, me comentaban el caso del chico aquel que jugaba con nosotros al fútbol y que unos años después se mató con la moto en una curva. Esta semana, un compañero de trabajo va a Murcia con su coche y en otro coche de menor potencia y mayor edad (un Citroën Saxo para ser más exactos) viaja un chico de veintipocos años a 160 km/h. Lo comentan y la respuesta recibida es un ... "no pasa nada". Pues ya ves que sí pasa :-S. Un par de días después estaba asistiendo mi compañero al sepelio porque, no se sabe muy bien cómo, el chico pierde el control de su moto de gran cilindrada y acaba dando con su cuerpo contra la mediana y perdiendo la vida en el acto. No quiero ni imaginarme cómo debe estar la familia. Nunca he corrido en exceso y últimamente la verdad es que ni corro. Y si alguien alguna vez me lo comenta, la respuesta será clara, llevo un coche seguro y no corro ... para que no pase nada, que a la suerte hay que ayudarle.

Bueno, volviendo al tema inicial, solo unos elegidos pueden ser los ... elegidos. Y yo afortunada o desafortunadamente no lo he sido. Eso sí, no me quejo pues no tengo ningún motivo para quejarme. Últimamente me veo muchas veces aclarando que una cosa es tu opinión sobre algo en concreto y otra que te parezca bien o mal lo que se puede derivar de la misma. Me pasaba esta semana en una charla con compañeros (y un jefe) en la que mis compañeros decían que Rajoy al final dimitiría y yo comentaba que tenía la sensación de que no lo haría, sobre todo si tiene "suerte" en las europeas. A esto me decían ... pero es que entonces perderá las elecciones del 2012. Y claro, yo decía que sí, pero que son dos cosas distintas. Yo digo solo que creo que intentará presentarse él a como dé lugar, que en esas hipotéticas elecciones ganara o perdiera es algo muy distinto.

En fin, que no me quejo; no tengo motivos para ello. Entre otras cosas tengo un sentido de la lógica suficientemente bueno, una buena capacidad de aprendizaje, una culturilla general bastante aceptable ... aunque con sus océanos más que lagunas en historia, geografía etc. Hará un mes o así, recibí una hojita excel con 100 imágenes de 100 personajes históricos de estos que si los aciertas, no harías mal en ir a un concursillo de los de la tele pues te puede ir bien. Bueno, pues hubo personas que sin Google ni nada conocían 70, 80 ó 90 fácilmente. En cambio otros nos organizábamos en la oficina (que conste que no fue idea mía) e intentábamos sacar los dichosos personajes mediante un esfuerzo colectivo. El esfuerzo además resultó bastante interesante pues se pudo ver cosas como que el encargado de mantenimiento, un empleo que teóricamente podría hacer casi cualquier persona adivinó a la primera uno de los personajes para los cuales yo había tenido que hacer una auténtica labor de investigación.

En concreto no recuerdo si había estado mirando imágenes de arqueólogos o de descubrimientos o de qué pero tras mucho buscar encontré que aquel hombre de bigotillos no era Howard Carter sino Schliemann, el descubridor de Troya. Ahí me enteré yo también de que Troya había sido descubierta. Yo pensé que era una ciudad y siempre lo había sido. Pero no, hasta este hombre resulta que La Ilíada y la Odisea no pasaban de ser poco más que unos cuentos, sensacionales pero cuentos al fin y al cabo. Y en esto que llega este hombre y nada más ver la foto dice ... ese es Schliemann, el que descubrió Troya. Probablemente se trate de un ejemplo perfecto para ver que mucha gente me puede superar y es que desde hace mucho tiempo yo sostengo la teoría de los peines.

Según esta teoría, las capacidades de las personas son como peines. Unos tienen unos peines larguísimos pero de púas muy cortitas. Otros tienen unos peines muy cortos de púas larguísimas. Y la mayoría pues tiene peines medianos con algunas púas más cortitas, otras más largas etc. En cualquier caso, es complicado que tú tengas las púas más largas en determinado sector del peine y si las tienes, es también complicado que, comparado con otra persona, la superes también peinando todo lo que podáis peinar juntos.

Esto es un tema con muchas "púas", nunca mejor dicho y habría que matizar y matizar mucho así que intentando dar una idea general, una especie de titular de periódico, no soy insuperable. Quizás de media, para algunas de mis mejores características pueda estar en un percentil por encima del 90 o incluso por encima del 99. Eso sí, si filtramos y nos quedamos sólo con los que tienen percentiles superiores al 90 o al 99, posiblemente me encuentre con que mi percentil no superaría el 50 y en algunos casos ni el 10. C'est la vie y gracias a Dios que es así o sería todo muy aburrido :-). Ya para terminar, repito, no me quejo; no tengo motivos ;-).

Un saludo, Domingo.

2 comentarios:

Caminante dijo...

Ser insuperable debe ser un rollo porque no puedes superarte a ti mismo. Mírame a mí, soy un pardillo jugando al ajedrez y eso es estupendo porque si fuera un jugador insuperable, qué motivación podría ... ¡Anda ya! Ya me gustaría ser insuperable :-).

Domingo dijo...

Bueno, tú ya sabes lo que sostienen algunos: todo el mundo puede conseguirlo todo con el tiempo adecuado. Así que, como es seguro que ellos tienen razón, es solo cuestión de tiempo que seas insuperable ;-).