¡Qué pronto pasa el tiempo!. Iba a decir que hay que ver lo pronto que pasa el tiempo cuando estás de vacaciones, pero en realidad pasa rápido siempre, estés o no de vacaciones. En cualquier caso, tampoco es que importe mucho, lo esencial es que ya llevo una semana y media de vacaciones y es como si solo llevara tres días. No sé, quizás ha influido también el hecho de que la semana pasada no jugara al fútbol el jueves ya que eso viene a ser otro síntoma de que la situación ya se ha normalizado.
La semana pasada no fue posible debido a no sé qué cambios que hicieron, pero esta semana sí que toca fútbol. Así que nada, a ver qué me encuentro, aunque todo hace presagiar que jugaré el partido en plena forma física y marcaré no menos de tres goles ... o quizás jugaré y no marcaré como siempre :-).
Pero eso será dentro de un rato, ahora toca echarse un rato a leer ... y en cierta forma a velar armas para el partido.
Un saludo, Domingo.
jueves, 26 de noviembre de 2009
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Fútbol los jueves |
lunes, 16 de noviembre de 2009
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De vuelta |
Pues sí, aquí estamos de vuelta dispuestos a descansar y disfrutar lo que nos dejen. Atrás queda Bratislava, con su nieve, su frío, sus halusky, su bollería o pasta con aceite, mak y azúcar y ... un par de entradas pendientes en el otro blog. Pero tampoco quería esperar a terminar esas dos entradas para escribir en este que, el pobre, ha estado un pelín desatendido y ni se ha quejado ni nada. Así que podemos decir que ya se merecía algo de atención.
Así que a ver ... ¿por dónde empezamos?. Pues podemos empezar contando que estoy de vacaciones, haciendo las cosas que se supone que se hacen en vacaciones como pueden ser donar plasma (sobre todo ahora que han tenido la genial idea de solo abrir por las mañanas), renovar el certificado digital que perdí con una subida de tensión (del ordenador, no mía), continuar con las cosas que faltan en la casa, recados varios, volver a jugar los jueves ...
También podemos continuar diciendo que tengo empezados dos libros, uno al que le quedarán unas 100 páginas, último testigo mudo de las horas de avión, y otro al que le quedan más. Sobre el primero, espero que en cuatro ratos que pueda tener se haga merecedor de un huequecito al lado de los otros que han ido cayendo entre Málaga, París, Viena y Bratislava. Al otro le quedará algo más porque me lo compré en español pensando que compraba el primero de una trilogía y lo que compraba era la primera mutilación de un libro gordo que en países como España o Francia se habían decidido a publicar en tres tomos, aunque con títulos individuales como si fueran trilogía.
El caso es que, como el libro me gustó, no así la traducción, me lo compré por Amazon enterito, aunque de segunda mano. Podemos verlo como un intento para reactivar la economía mundial, para capear la crisis ahorrando y para atajar el cambio climático talando menos árboles :-). En cualquier caso, ahí está esperando a que acabe este que entraría dentro de la categoría "guiones de película estilo Misión Imposible" que llegan a las estanterías. Entretenido pero prescindible.
Aparte de mi cuenta pendiente con los libros, he adquirido durante mi estancia en Bratislava alguna que otra cuenta pendiente más. Una con la programación, con Linux, con Google Wave .. todo ahí mezclado. Otra con las cosas que uno debería saber y no sabe y una última con la forma física. La verdad es que esta cuenta pendiente en realidad no está tan pendiente. Afortunadamente el descenso de peso me ha proporcionado una velocidad y resistencias que, sin ser nada del otro mundo, mejoran muchísimo las que tenía con anterioridad. Ahora solo queda ver si el volver a jugar jueves y sábados no afectará a mis rodillas o talones. En cualquier caso, la solución debería ser simple: ¡¡¡Hay que calentar!!!.
Y bueno, por supuesto queda también todo lo concerniente a la casa y su vestimenta por dentro y por fuera. Pero eso ya será otro día. Ahora voy a ver si leo un rato.
Un saludo, Domingo.