lunes, 16 de noviembre de 2009

De vuelta

Pues sí, aquí estamos de vuelta dispuestos a descansar y disfrutar lo que nos dejen. Atrás queda Bratislava, con su nieve, su frío, sus halusky, su bollería o pasta con aceite, mak y azúcar y ... un par de entradas pendientes en el otro blog. Pero tampoco quería esperar a terminar esas dos entradas para escribir en este que, el pobre, ha estado un pelín desatendido y ni se ha quejado ni nada. Así que podemos decir que ya se merecía algo de atención.

Así que a ver ... ¿por dónde empezamos?. Pues podemos empezar contando que estoy de vacaciones, haciendo las cosas que se supone que se hacen en vacaciones como pueden ser donar plasma (sobre todo ahora que han tenido la genial idea de solo abrir por las mañanas), renovar el certificado digital que perdí con una subida de tensión (del ordenador, no mía), continuar con las cosas que faltan en la casa, recados varios, volver a jugar los jueves ...

También podemos continuar diciendo que tengo empezados dos libros, uno al que le quedarán unas 100 páginas, último testigo mudo de las horas de avión, y otro al que le quedan más. Sobre el primero, espero que en cuatro ratos que pueda tener se haga merecedor de un huequecito al lado de los otros que han ido cayendo entre Málaga, París, Viena y Bratislava. Al otro le quedará algo más porque me lo compré en español pensando que compraba el primero de una trilogía y lo que compraba era la primera mutilación de un libro gordo que en países como España o Francia se habían decidido a publicar en tres tomos, aunque con títulos individuales como si fueran trilogía.

El caso es que, como el libro me gustó, no así la traducción, me lo compré por Amazon enterito, aunque de segunda mano. Podemos verlo como un intento para reactivar la economía mundial, para capear la crisis ahorrando y para atajar el cambio climático talando menos árboles :-). En cualquier caso, ahí está esperando a que acabe este que entraría dentro de la categoría "guiones de película estilo Misión Imposible" que llegan a las estanterías. Entretenido pero prescindible.

Aparte de mi cuenta pendiente con los libros, he adquirido durante mi estancia en Bratislava alguna que otra cuenta pendiente más. Una con la programación, con Linux, con Google Wave .. todo ahí mezclado. Otra con las cosas que uno debería saber y no sabe y una última con la forma física. La verdad es que esta cuenta pendiente en realidad no está tan pendiente. Afortunadamente el descenso de peso me ha proporcionado una velocidad y resistencias que, sin ser nada del otro mundo, mejoran muchísimo las que tenía con anterioridad. Ahora solo queda ver si el volver a jugar jueves y sábados no afectará a mis rodillas o talones. En cualquier caso, la solución debería ser simple: ¡¡¡Hay que calentar!!!.

Y bueno, por supuesto queda también todo lo concerniente a la casa y su vestimenta por dentro y por fuera. Pero eso ya será otro día. Ahora voy a ver si leo un rato.

Un saludo, Domingo.

2 comentarios:

Caminante dijo...

Te iba a enviar un correo para preguntarte cómo iba la vuelta a casa. Pero ya no hace falta :-).

Domingo dijo...

Pues sí, por aquí estamos ya de vuelta y descansando :-). Gracias.