Me comentaban hace solo unas horas que mi blog transmitía la sensación de que estaba en un momento especialmente dulce en mi vida. Y la verdad es que sí. Aunque también, o precisamente a causa de eso, me encuentro últimamente especialmente sensible con cosas y personas que no tienen la misma suerte que yo.
Quizás por esta razón, estas navidades he sigo algo más solidario que en otras. Tampoco es que lo haya sido mucho más, pero sí que algo más. Tampoco voy a dar los detalles porque muy probablemente saldría perdiendo con ello. Como dice el viejo adagio: "Da ideas, no des cifras; hay gente que sabe hacer cuentas" :-).
Así que vamos a las ideas. Las ideas comienzan posiblemente por la crisis económica, el drama del paro, el estar ayudando a sostener la economía mientras miles de personas apenas si se pueden sostener ellos mismos. Sin duda uno es un afortunado. Claro, uno es un afortunado que ha trabajado una serie de años de forma seria y que procura no gastar un euro que no tiene en su mano o en su cuenta con una probabilidad no inferior al 99%. Otras personas han podido trabajar más tiempo, ganar más dinero y ahora mismo estar en una situación peor.
Pero no se trata de hablar de buenos y malos. De todo habrá. Habrá quien no supo administrarse en época de vacas gordas y tampoco lo lamentará en la época de vacas flacas porque simplemente ni se le pasa por la cabeza que haya podido cometer errores en la gestión de su economía. Habrá también quien sea consciente de ello y ahora lo lamente. Y también habrá quien no haya tenido más remedio que vivir al día porque bastante hacía con tirar hacia adelante.
Lo que sí es malo es que de esta situación no se va a salir en dos días; ni probablemente en dos años. Dudo mucho que dentro de dos, tres o incluso cuatro años las cosas estén igual que hace dos. Ojalá, de hecho las terceras previsiones más optimistas del gobierno (detrás de las previsiones de 2008 y 2009) dicen que se empezaría a recuperar la cosa a finales de 2010 por lo que a partir de ahí se abriría un plazo tan grande como queramos, para, con una tendencia ligeramente ascendente, llegar de nuevo a la altura desde la que llevamos dos años precipitándonos. Pero bueno, eso es parcialmente política y no es el objetivo del blog ni de la entrada.
Así que, en estas condiciones me encontraba yo, sintiéndome afortunado por muchas cosas mientras otros se sienten desdichados por muchas otras. Y lo de la relación de muchos a muchos no es casualidad. Ya lo dice el refranero español, cuando la pobreza entra por la puerta, la felicidad sale por la ventana. Más de una y más de dos familias se encontrarán con que, además de no tener un duro, tienen que compartir casa con familiares que han vuelto al redil, generando gastos sin proporcionar ingresos y quizás con un aire de: "es tu obligación ayudarme mientras yo no hago nada por ayudarme ni por ayudarte". En este tipo de circunstancias, cabe pensar que los ambientes se enrarezcan y, efectivamente, la felicidad salga por la ventana.
Como decía, afortunadamente no es mi caso. Yo, entre otras cosas, podía dedicar mis vacaciones a hacer cosas en la casa y a leer. Sobre la lectura, hace nada que acabé de leer el Criptonomicón . Es un libraco de casi 1000 páginas que en español partieron en tres tomos. Hace uno o dos años, compré el primero de los tomos pensando que se trataba de un libro perteneciente a una trilogía. Luego comprobé con tristeza que no era así y que me iba a quedar a tercias, que ni siquiera a medias. Me gustó lo que leí y, como quiera que alguna traducción no debía ser muy acertada porque quedaba rara, decidí comprar el libro en su inglés original. Para ello, entré en amazon y cogí un ejemplar de segunda mano que una librería de amazon tenía a un precio algo inferior al par de libras. Así que, con gastos de envío incluidos, el libro debió costarme entre 6-7 euros.
- De los que no tienen ni comida ni techo ni suerte.
- O lo que es lo mismo, de los que no tienen elección.
- De los que, teniéndola, deciden no hacer caso.
- De los que decidimos (y yo me incluyo) no subir el volumen de nuestras conciencias, acallándolas con unos míseros euros.
- De los que deciden no tener un trabajo bien remunerado a cambio de tener una conciencia tranquila.
1 comentario:
Creo que unos mellizos te vendrían bien. Eso si que es hacer cosas por los demás :-).
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