miércoles, 23 de diciembre de 2009

De los que no

Me comentaban hace solo unas horas que mi blog transmitía la sensación de que estaba en un momento especialmente dulce en mi vida. Y la verdad es que sí. Aunque también, o precisamente a causa de eso, me encuentro últimamente especialmente sensible con cosas y personas que no tienen la misma suerte que yo.

Quizás por esta razón, estas navidades he sigo algo más solidario que en otras. Tampoco es que lo haya sido mucho más, pero sí que algo más. Tampoco voy a dar los detalles porque muy probablemente saldría perdiendo con ello. Como dice el viejo adagio: "Da ideas, no des cifras; hay gente que sabe hacer cuentas" :-).

Así que vamos a las ideas. Las ideas comienzan posiblemente por la crisis económica, el drama del paro, el estar ayudando a sostener la economía mientras miles de personas apenas si se pueden sostener ellos mismos. Sin duda uno es un afortunado. Claro, uno es un afortunado que ha trabajado una serie de años de forma seria y que procura no gastar un euro que no tiene en su mano o en su cuenta con una probabilidad no inferior al 99%. Otras personas han podido trabajar más tiempo, ganar más dinero y ahora mismo estar en una situación peor.

Pero no se trata de hablar de buenos y malos. De todo habrá. Habrá quien no supo administrarse en época de vacas gordas y tampoco lo lamentará en la época de vacas flacas porque simplemente ni se le pasa por la cabeza que haya podido cometer errores en la gestión de su economía. Habrá también quien sea consciente de ello y ahora lo lamente. Y también habrá quien no haya tenido más remedio que vivir al día porque bastante hacía con tirar hacia adelante.

Lo que sí es malo es que de esta situación no se va a salir en dos días; ni probablemente en dos años. Dudo mucho que dentro de dos, tres o incluso cuatro años las cosas estén igual que hace dos. Ojalá, de hecho las terceras previsiones más optimistas del gobierno (detrás de las previsiones de 2008 y 2009) dicen que se empezaría a recuperar la cosa a finales de 2010 por lo que a partir de ahí se abriría un plazo tan grande como queramos, para, con una tendencia ligeramente ascendente, llegar de nuevo a la altura desde la que llevamos dos años precipitándonos. Pero bueno, eso es parcialmente política y no es el objetivo del blog ni de la entrada.

Así que, en estas condiciones me encontraba yo, sintiéndome afortunado por muchas cosas mientras otros se sienten desdichados por muchas otras. Y lo de la relación de muchos a muchos no es casualidad. Ya lo dice el refranero español, cuando la pobreza entra por la puerta, la felicidad sale por la ventana. Más de una y más de dos familias se encontrarán con que, además de no tener un duro, tienen que compartir casa con familiares que han vuelto al redil, generando gastos sin proporcionar ingresos y quizás con un aire de: "es tu obligación ayudarme mientras yo no hago nada por ayudarme ni por ayudarte". En este tipo de circunstancias, cabe pensar que los ambientes se enrarezcan y, efectivamente, la felicidad salga por la ventana.

Como decía, afortunadamente no es mi caso. Yo, entre otras cosas, podía dedicar mis vacaciones a hacer cosas en la casa y a leer. Sobre la lectura, hace nada que acabé de leer el Criptonomicón . Es un libraco de casi 1000 páginas que en español partieron en tres tomos. Hace uno o dos años, compré el primero de los tomos pensando que se trataba de un libro perteneciente a una trilogía. Luego comprobé con tristeza que no era así y que me iba a quedar a tercias, que ni siquiera a medias. Me gustó lo que leí y, como quiera que alguna traducción no debía ser muy acertada porque quedaba rara, decidí comprar el libro en su inglés original. Para ello, entré en amazon y cogí un ejemplar de segunda mano que una librería de amazon tenía a un precio algo inferior al par de libras. Así que, con gastos de envío incluidos, el libro debió costarme entre 6-7 euros.


Como cualquier libro de 1000 páginas, algunas partes del mismo se hicieron algo más pesadas pero en general creo que es un libro interesante para cualquier informático y/o matemático. Eso sí, en inglés me recordó al Señor de los Anillos porque contiene un gran vocabulario que, esta vez, no me preocupé de andar buscando en el diccionario. Tras acabar de leerlo, decidí que lo mejor era pasar de nuevo a un libro en español: Causa Justa de Jonh Grisham.

La verdad es que la temática judicial siempre me ha gustado y los libros de Grisham siempre me han resultado fáciles de leer además de tener un puntito agridulce muy particular. La verdad es que ya apenas recuerdo los anteriores que leí de él pero la sensación que tengo es que siempre desarrolla las cosas con gran cantidad de detalles y, llegando al final, los abogados llegan a un acuerdo que evita el juicio y se acaba el libro. Quizás el punto agrio es que uno piensa que la justicia debería llegar hasta el fondo y no ser tan mercantilista pero ya decía mi abuelo que un mal acuerdo es mejor que un buen juicio.

Buscando alguna referencia del libro, he encontrado este otro blog, también con una entrada reciente y con una reflexión que hago mía: es muy fácil de leer y, por momentos, te toca la fibra sensible: http://conglomera2.blogspot.com/2009/12/causa-justa.html

Y he aquí el enlace entre lo que realmente quería comentar en la entrada y el libro. En el libro se describen las penas de los sin-techo, los "home-less" americanos. Además de darle un repasito a los republicanos en favor de los demócratas, algo que no recordaba de otros libros de este autor, Grisham aprovecha para ponernos en muchas pieles. Podemos meternos en la piel de los indigentes, podemos meternos en la piel de la gente que se pasa una vida ayudándolos, mostrando el más puro altruismo. Y, entre medias, los que jamás lo ayudarán, los que darán algo de limosna para acallar sus conciencias y los conversos que dejarán una vida infeliz llena de dinero y poco más por una vida mucho más gratificante y mucho menos gratificada.

Y, por fin, hemos llegado al título de esta entrada. Esta entrada va "de los que no" (o al menos sobre algunos de ellos):
  • De los que no tienen ni comida ni techo ni suerte.
  • O lo que es lo mismo, de los que no tienen elección.
  • De los que, teniéndola, deciden no hacer caso.
  • De los que decidimos (y yo me incluyo) no subir el volumen de nuestras conciencias, acallándolas con unos míseros euros.
  • De los que deciden no tener un trabajo bien remunerado a cambio de tener una conciencia tranquila.
¿Y esto por qué? ¿Voy a dejar mi trabajo? ¿Voy a estudiar derecho?. Pues no, muy probablemente no. Cierto es que llegado el momento no me importaría cambiar de trabajo y ocuparme de otra cosa que no sea la informática o que, siéndolo, repercuta más en las personas que en las empresas. Pero eso sería llegado el momento y veo bastante complicado que llegue y veo aún más complicado que me surgiera esa hipotética oportunidad. Entre otras cosas porque creo que hoy en día es complicado encontrar algún sitio donde puedas realmente hacer esta sociedad un poquito mejor. El único claro que se me ocurre es el de maestro/profesor, posiblemente la profesión más importante de nuestra sociedad, de las menos valoradas y de las que más problemas tienen para hacer su labor. Esos son otros de los que no, de los que, aún queriendo, no pueden hacer nada.

Un saludo, Domingo.

1 comentario:

Caminante dijo...

Creo que unos mellizos te vendrían bien. Eso si que es hacer cosas por los demás :-).